viernes, agosto 17, 2012

RÉQUIEM POR UN FRACASO ANUNCIADO


Si alguien había pensado que el partido de la derecha sociológica estaba preparado para sacar a España de la situación nefasta en que nos dejó su álter ego socialdemócrata, habrá salido ya de su error.
Incapaz de tomar las medidas adecuadas, las cuales deberían ir enfocadas a una reforma estructural del actual sistema político, recurren a rasgarse las vestiduras acusando a las instituciones foráneas de los males propios. Se retoma así el discurso que dejó el anterior gobierno y que presentó a las últimas elecciones con el resultado conocido.
Sin contar con los incesantes casos de corrupción que afectan a todos los estamento, desde la cúspide del poder del Estado, hasta los partidos, pasando por los cargos públicos “independientes”, los pregonados “mayores ajustes de la democracia” adolecen de muchas carencias.

  • No se han tocado las instituciones que originan servicios públicos duplicados o inútiles. Reforma del estado autonómico, supresión del senado, diputaciones, etc.
  • No se han suprimido empresas públicas, creadas para ocultar gastos contables.
  • No se han privatizado televisiones autonómicas, que producen miles de euros de pérdidas.
  • No se ha limpiado la administración de asesores, puestos de confianza, coches oficiales, gastos suntuarios, etc.
  • No se han investigado las indemnizaciones fraudulentas de las entidades financieras tomadas por los políticos, ni se han pedido responsabilidades por su nefasta gestión.
  • No se ha puesto en marcha una ley de incompatibilidades para los políticos, que se les permite cobrar varios sueldos, primas, dietas, indemnizaciones, compensaciones, cesantías, etc., sin tasa ni medida.
  • No se han clausurado las embajadas que poseen todas las comunidades autónomas en el extranjero
  • No se han suprimido en su totalidad las subvenciones a partidos políticos y sindicatos.
  • No se han acometido auténticas medidas de incentivo económico para generar empleo y la subsiguiente recaudación impositiva. Como muestra, algunas de las que ha impuesto Hollande en Francia y que ha hecho rebajar la prima de riesgo de 140 a 40 puntos básicos:

Ø    Derogar la subida del IVA que preparaba Sarkozy
Ø     Rebajar la edad de jubilación desde los 62 a los 60 años (para los
         trabajadores con 41,5 años cotizados)
Ø    Que las rentas del capital paguen lo mismo que las rentas del trabajo
Ø    Que las empresas que se lleven sus fábricas fuera de Francia tengan
         que devolver las ayudas públicas recibidas
Ø    Crear un banco público de inversión para el desarrollo de las
          pequeñas empresas
Ø    Rebajar un 30% el sueldo al presidente de la República y a sus ministros
Ø    Construir 2,5 millones de viviendas de protección oficial para
           estudiantes y rentas bajas durante los próximos cinco años
Ø    Rebajar los sueldos de los directivos de las empresas públicas
Ø     Limitar la acumulación de cargos públicos
Ø     Subida del 15% en el impuesto a la banca
Ø     Prohibir las stock-options, excepto para empresas recién nacidas
Ø     Obligar a que la banca de inversión especulativa y la de
             ahorro estén separadas

La gestión política en España es nefasta y la consecuencia es la pérdida de control total de la situación y, lo que es mas grave, como un boxeador sonado, el gobierno ha arrojado la toalla y se declara impotente, arremetiendo contra el Banco Central Europeo. Rebajando el sueldo y despidiendo a funcionarios y preservando a personal eventual y de confianza. Subiendo impuestos en una loca carrera al suicidio recaudatorio.
Entramos, en la espiral de la quiebra. Para atender a los gastos corrientes hay que pedir prestado. De ese dinero se detrae aproximadamente un 75% para pagar intereses de lo que ya se debe. Al contar solo con el 25%, hay que volver a pedir más dinero…

La situación era previsible y hasta normal, dado la mediocridad y los personajes grisáceos que imperan en este régimen de listas de partidos.
Teniendo en cuenta que, según las últimas encuestas, el PSOE sigue por debajo del 30% de intención de voto y que el gobierno actual dice que no puede hacer más, se impone otra solución. Nuestra solución.
Hace falta que empecemos a organizarnos los ciudadanos, con el fin de realizar una Constitución auténticamente democrática y proponer las elecciones de nuestros representantes por elección uninominal por distritos a doble vuelta, expulsando a los incapaces dirigentes de la casta política de los partidos, que nos han arruinado.

La idea es formar Juntas Ciudadanas Provinciales, análogas a las que tan buen papel hicieron en la invasión napoleónica ante un vacío de poder similar al actual.
 En resumen, se pretende el nombramiento de un representante por junta con el objetivo de dividir la provincia en distritos electorales heterogéneos de unos 100.000 habitantes. Nombrar a un representante por distrito. Reunión nacional de representantes de las juntas y distritos para establecer una Junta Nacional, con un equipo que se encargue de realizar una Constitución donde se garantice la elección uninominal a doble vuelta para cada distrito y la elección por el mismo procedimiento, en distrito único nacional, de un Presidente del ejecutivo, que se encargará de tomar las medidas que no quieren acometer los oligarcas, inútiles, estafadores, corruptos e inmorales que nos gobiernan.

Para culminar este sistema hay que empezar por constituir las Juntas Provinciales. No mires para otro lado, ciudadano. Nadie lo va a hacer por ti. El pueblo somos todos y tenemos que hacer valer nuestro poder constituyente sobre la casta política que nos domina, nos roba y destruye nuestra identidad y conciencia nacional.
Veras como todos unidos, es fácil. Sin ambiciones personales, con el único objetivo de salvar nuestro futuro, el de nuestros hijos y nietos. De conseguir un país que conserve lo que tanto esfuerzo ha costado y nos quieren arrebatar.

Hay que componer el réquiem por la clase política actual, preñada de su propio fracaso; un fracaso anunciado que se hacer cada vez mas real y palpable. Quizá saldría de aquí el himno nacional que tanto anhela un pueblo libre y democrático.