domingo, septiembre 06, 2015

DE LA PARTIDOCRACIA A LA INDEPENDENCIA

Estamos asistiendo a un esperpéntico y patético escenario en el que está en juego la secesión de una histórica nación, anterior a todas las revoluciones liberales y hace mas de un siglo despojada de su imperio colonial.
La maniobra de los separatistas catalanes, muy activos e ingeniosos políticamente, está desnudando a este régimen de poder basado en las listas de partido, sin representación y sin democracia.
Cataluña asiste a un institucionalismo independentista sin precedentes en la historia
Precisamente esas listas, a modo de colosales caballos de Troya, son las herramientas para la aniquilación de España como nación. España, sin Cataluña, no es y Cataluña no es sin España. La secesión, perfectamente planificada y públicamente difundida por la lista de Junts pel Sí, está maniatando no solo a la gran mayoría de Catalanes que se sienten Españoles, sino a las instituciones del Estado que se ven incapaces de hacerles frente con argumentos y medidas legales. Simplemente esperan que dicha lista no logre la mayoría absoluta para que el parlamento catalán no pueda declarar formalmente la independencia. 

Los separatistas tienen como rehén a lo que ellos llaman “pueblo catalán”, que solo lo forman los que piensan como ellos, producto de muchos años de adoctrinamiento nacionalista deformando y falseando los conceptos, la geografía, la historia, los sentimientos históricos de los personajes mas conspicuos de la historia catalana y las ideas políticas, incluso filosóficas. De esa forma esperan que llegue un momento que juntando varios partidos puedan tener la mayoría deseada para sus planes.
Ni existe, ni puede existir el derecho a decidir, porque objetiva e institucionalmente este solo está reconocido para países federados o colonizados. Fuera de ese ámbito entra dentro de la ideología particular de cada grupo o partido; no se puede por tanto exigir “como democrático” algo que no existe en el derecho nacional ni internacional. La democracia no está para decidir la formación o separación de naciones, sino para elegir los representantes y gobernantes.
No se pude mantener mas en el poder con dinero de todos los españoles a grupos o partidos que pretenden la aniquilación de la nación. Entre otras cosas, en ese dinero y en ese poder residen la razón de su fuerza y la capacidad de organizar todas las medidas políticas que están poniendo en jaque a los poderes del Estado y enfrentando gravemente a los ciudadanos.

Llegado a este punto, son todos los valores en que se basa esta partidocracia los que impiden a sus gobernantes que actúen contra los secesionistas. El relativismo, el buenismo, el consenso y la demagogia. Especialmente esta última, verdadero espíritu venerado entre los partidos, como se demuestra diariamente, apelando a la libertad de expresión para insultar y ultrajar las ideas ajenas, a entablar una carrera de acogimiento de extranjeros cuando existen miles de hogares españoles sin ningún ingreso ni asistencia pública o por el miedo a los poderes públicos para hacer cumplir la ley para no “crear mártires”.

Si existiera auténtica democracia, con elecciones independientes al parlamento y a la presidencia del gobierno con candidaturas uninominales, todo esta farsa oligárquica se vendría abajo. Si todos los españoles eligiéramos nuestro presidente, serían imposibles las maniobras de los independentistas y no habría peligro ni para Cataluña ni para el resto de España a una artificial secesión, pues habría libertad política y donde reina la verdad, la lealtad y la virtud no hay lugar para engaños montados en quimeras.

viernes, agosto 17, 2012

RÉQUIEM POR UN FRACASO ANUNCIADO


Si alguien había pensado que el partido de la derecha sociológica estaba preparado para sacar a España de la situación nefasta en que nos dejó su álter ego socialdemócrata, habrá salido ya de su error.
Incapaz de tomar las medidas adecuadas, las cuales deberían ir enfocadas a una reforma estructural del actual sistema político, recurren a rasgarse las vestiduras acusando a las instituciones foráneas de los males propios. Se retoma así el discurso que dejó el anterior gobierno y que presentó a las últimas elecciones con el resultado conocido.
Sin contar con los incesantes casos de corrupción que afectan a todos los estamento, desde la cúspide del poder del Estado, hasta los partidos, pasando por los cargos públicos “independientes”, los pregonados “mayores ajustes de la democracia” adolecen de muchas carencias.

  • No se han tocado las instituciones que originan servicios públicos duplicados o inútiles. Reforma del estado autonómico, supresión del senado, diputaciones, etc.
  • No se han suprimido empresas públicas, creadas para ocultar gastos contables.
  • No se han privatizado televisiones autonómicas, que producen miles de euros de pérdidas.
  • No se ha limpiado la administración de asesores, puestos de confianza, coches oficiales, gastos suntuarios, etc.
  • No se han investigado las indemnizaciones fraudulentas de las entidades financieras tomadas por los políticos, ni se han pedido responsabilidades por su nefasta gestión.
  • No se ha puesto en marcha una ley de incompatibilidades para los políticos, que se les permite cobrar varios sueldos, primas, dietas, indemnizaciones, compensaciones, cesantías, etc., sin tasa ni medida.
  • No se han clausurado las embajadas que poseen todas las comunidades autónomas en el extranjero
  • No se han suprimido en su totalidad las subvenciones a partidos políticos y sindicatos.
  • No se han acometido auténticas medidas de incentivo económico para generar empleo y la subsiguiente recaudación impositiva. Como muestra, algunas de las que ha impuesto Hollande en Francia y que ha hecho rebajar la prima de riesgo de 140 a 40 puntos básicos:

Ø    Derogar la subida del IVA que preparaba Sarkozy
Ø     Rebajar la edad de jubilación desde los 62 a los 60 años (para los
         trabajadores con 41,5 años cotizados)
Ø    Que las rentas del capital paguen lo mismo que las rentas del trabajo
Ø    Que las empresas que se lleven sus fábricas fuera de Francia tengan
         que devolver las ayudas públicas recibidas
Ø    Crear un banco público de inversión para el desarrollo de las
          pequeñas empresas
Ø    Rebajar un 30% el sueldo al presidente de la República y a sus ministros
Ø    Construir 2,5 millones de viviendas de protección oficial para
           estudiantes y rentas bajas durante los próximos cinco años
Ø    Rebajar los sueldos de los directivos de las empresas públicas
Ø     Limitar la acumulación de cargos públicos
Ø     Subida del 15% en el impuesto a la banca
Ø     Prohibir las stock-options, excepto para empresas recién nacidas
Ø     Obligar a que la banca de inversión especulativa y la de
             ahorro estén separadas

La gestión política en España es nefasta y la consecuencia es la pérdida de control total de la situación y, lo que es mas grave, como un boxeador sonado, el gobierno ha arrojado la toalla y se declara impotente, arremetiendo contra el Banco Central Europeo. Rebajando el sueldo y despidiendo a funcionarios y preservando a personal eventual y de confianza. Subiendo impuestos en una loca carrera al suicidio recaudatorio.
Entramos, en la espiral de la quiebra. Para atender a los gastos corrientes hay que pedir prestado. De ese dinero se detrae aproximadamente un 75% para pagar intereses de lo que ya se debe. Al contar solo con el 25%, hay que volver a pedir más dinero…

La situación era previsible y hasta normal, dado la mediocridad y los personajes grisáceos que imperan en este régimen de listas de partidos.
Teniendo en cuenta que, según las últimas encuestas, el PSOE sigue por debajo del 30% de intención de voto y que el gobierno actual dice que no puede hacer más, se impone otra solución. Nuestra solución.
Hace falta que empecemos a organizarnos los ciudadanos, con el fin de realizar una Constitución auténticamente democrática y proponer las elecciones de nuestros representantes por elección uninominal por distritos a doble vuelta, expulsando a los incapaces dirigentes de la casta política de los partidos, que nos han arruinado.

La idea es formar Juntas Ciudadanas Provinciales, análogas a las que tan buen papel hicieron en la invasión napoleónica ante un vacío de poder similar al actual.
 En resumen, se pretende el nombramiento de un representante por junta con el objetivo de dividir la provincia en distritos electorales heterogéneos de unos 100.000 habitantes. Nombrar a un representante por distrito. Reunión nacional de representantes de las juntas y distritos para establecer una Junta Nacional, con un equipo que se encargue de realizar una Constitución donde se garantice la elección uninominal a doble vuelta para cada distrito y la elección por el mismo procedimiento, en distrito único nacional, de un Presidente del ejecutivo, que se encargará de tomar las medidas que no quieren acometer los oligarcas, inútiles, estafadores, corruptos e inmorales que nos gobiernan.

Para culminar este sistema hay que empezar por constituir las Juntas Provinciales. No mires para otro lado, ciudadano. Nadie lo va a hacer por ti. El pueblo somos todos y tenemos que hacer valer nuestro poder constituyente sobre la casta política que nos domina, nos roba y destruye nuestra identidad y conciencia nacional.
Veras como todos unidos, es fácil. Sin ambiciones personales, con el único objetivo de salvar nuestro futuro, el de nuestros hijos y nietos. De conseguir un país que conserve lo que tanto esfuerzo ha costado y nos quieren arrebatar.

Hay que componer el réquiem por la clase política actual, preñada de su propio fracaso; un fracaso anunciado que se hacer cada vez mas real y palpable. Quizá saldría de aquí el himno nacional que tanto anhela un pueblo libre y democrático.

lunes, abril 02, 2012

DONDE ENSEÑOREA LA CORRUPCIÓN, CAMPEA LA DELINCUENCIA


La amnistía fiscal aprobada por el gobierno por decreto, no es que produzca indignación sino ganas de emprender acciones incívicas; prender fuego al ministerio de hacienda, por ejemplo.

Alguien tendrá que explicar a los españoles en general que han visto mermados sus servicio públicos por los recortes, a los parados, a lo que no llegan a fin de mes, a los funcionarios que han perdido el 20% de su poder adquisitivo, a los que no cobran de la administración, a los que se les prometió ayudas a la dependencia y no la van a recibir o a los empresarios que han tenido que cerrar por deudas con hacienda o la seguridad social, como es posible que es gobierno permita el blanqueo de dinero birlado al control público o producto de actividades clandestinas o ilícitas, con el pago de un módico 10% de la cantidad defraudada.

Esto es una  burla, una farsa, una inmoralidad y un atentado brutal a la moral y buena conciencia de los ciudadanos.
Pero lo más llamativo no es la medida en sí, tremendamente injusta, sino el poco eco que ha producido en los medios periodísticos. No lo puedo entender si no imagino que todos los grupos poderosos, que son los creadores de opinión en España, tengan algo que ocultar en este tema. O se ven favorecidos con su silencio, a las condonaciones de los poderosos.
En esta bitácora he escrito mucho de la dependencia de la prensa a los grupos fácticos y de su connivencia con el poder, básico en la ocultación de la falta de libertad y democracia.

Un gobierno que no es capaz de controlar el origen de los ingresos, su evasión o su origen ilícito, que claudica ante la impotencia del Estado de ser justo con todos sus ciudadanos y cuyo único argumento para no seguir subiendo los impuestos a todos es perdonar a los defraudadores fiscales, es un gobierno totalmente descalificado para su función y que no nos merecemos. Un gobierno propio de un régimen agónico donde el principio moral es salvarse el que pueda.

A mis amigos, familiares, compañeros de trabajo que votan cada cuatro años y tantas veces han mentado las ventajas de este régimen donde existe “la posibilidad de cambiar periódicamente de gobernantes”, decirles una vez mas que ejemplos como este, son de lo mas ilustrativo. Un señorío de la corrupción donde, gobierne quien gobierne, campean los delincuentes.

lunes, marzo 26, 2012

REINO DE PERDEDORES, REINO DE LA MEDIOCRIDAD


Extraño país este, donde reina la partitocracia. Aquí los perdedores de elecciones sonríen y los ganadores lloran. La única esperanza de lucha contra la corrupción, aparte de jueces-héroes, es la alternativa de poder ideológica, en lugar del control ciudadano de las instituciones.
Los gobernantes legalmente constituidos de una región, reniegan de las leyes que los instituyen y amenazan permanentemente con la secesión de España.
Los mandatarios que nos han arruinado, en vez de responder ante la justicia y sus ciudadanos, se retiran con sueldos vitalicios y forman parte de los órganos de administración de las empresas o dan conferencias a precios exorbitados.
Los bancos como empresas privadas, quiebran, pero son rescatadas con dinero público.
Los directivos de grandes empresas tienen sueldos anuales millonarios, pero deben cantidades astronómicas a la Seguridad Social y a Hacienda.
Un país donde hay diferentes estudios elementales y distintos derechos e impuestos  dependiendo del sitio de residencia.
Una sociedad que bebe de la fuente de una televisión mediocre, que basa su programación exclusivamente en el ranking de audiencia, ofreciendo sexo, violencia y morbo, rasando los conocimientos culturales a la baja.
La formación de los escolares está entre las últimas de los países europeos con las peores tasas de fracaso escolar.
La inversión en investigación y desarrollo (I+D) es de los porcentajes más bajos de los países de nuestro entorno.
La emigración se produce entre la capa de población con mas formación y estudios.
En un país así, no es extraño que nos gobiernen lo perdedores.
Gobierno de perdedores equivale a política mediocre, cerrando así el círculo vicioso que nos lleva irremediablemente a la quiebra económica y al fracaso social, del que solo saldremos cuando acabemos con este sistema electoral del mundo al revés, donde nada es lo que parece.

domingo, febrero 05, 2012

GANA LO PREVISIBLE

Adiós ilusión. Chacón se despide amargamente, condenada por el aparato de partido al igual que lo hiciera antes de las últimas elecciones generales, para dar paso a lo mas rancio del partido socialista.
Acaba así la esperanza de poder de uno de los lobbys de la progresía más influyentes dentro del PSOE, el feminista, junto con el homosexual y el abortista.
Rubalcaba enfila una vieja etapa al frente de su partido, con el respaldo de la añeja guardia, consumada su traición al zapaterismo del que Chacón es su heredera natural.
Rey de los grandes secretos, conspiraciones y fondos reservados. Espíritu de la razón de estado. Prohombre de este régimen partidocrático, favorito de las elites dominantes socialistas. Rubalcaba es el elegido. Ave cesar.
A falta de libertad constituyente que logre una democracia auténtica, España queda al albur de un viejo zorro de la trampa y el engaño frente a un Rajoy que encarna la cara más falsaria e inoperante de esta socialdemocracia que nos domina.
Está claro que no existe ahorro posible, ni salida de la crisis, ni torniquete a la sangría de parados.Solo palabras huecas, esperanza de reformas inútiles y brotes verdes. Demagogia mendaz.

Al ciudadano solo le queda la esperanza de lo nuevo. De la aurora de la libertad que acabe con esta farsa de los partidos omnipotentes y omnipresentes, autonomías de taifas, corrupción galopante y banqueros forrados a costa del contribuyente.
Empecemos a organizar los distritos de la democracia. Pongámonos al frente de ellos y participemos todos en el cambio necesario. ¿Donde está la inicativa?

lunes, noviembre 28, 2011

MOVILIZACIONES POR LA LIBERTAD

Este será, sin duda, el título de una pancarta que se verá mucho en las movilizaciones que se esperan a partir de ahora.
Porque cada vez es más evidente que tanto la gestión desastrosa del gobierno saliente, como las medidas espartanas que adoptará el entrante, son fruto de una clase política ajena y totalmente disociada de la sociedad civil.
Como si metida en una lata de conserva se encontrara, entreabierta, corrompida y hedionda, procura que nadie se acerque demasiado a ella y solo se comunica con los ciudadanos dejando caer sus intenciones a través de unos medios de comunicación acostumbrados a su aspecto y fetidez, para comprobar nuestras reacciones de aceptación o rechazo y en función de ellas tomar sus decisiones. Estos medios, agradecidos por la financiación que reciben de dicha clase política en forma de publicidad institucional, colaboran mediante encuestas y recogida de opiniones, que sirven de información para elaborar sus propuestas.
La putrefacción provocada por la corrupción radical, motor económico de este régimen, produce una homogenización de ideas, propuestas y objetivos, de modo que poco importa que el gobierno saliente se defina como de los obreros y el entrante sea el de los adinerados.
Su consustancial asimetría social, explica como el gobierno de los trabajadores indulta a banqueros igual que vimos como el anterior de los empresarios pactó la paz con los sindicatos de clase.
Con la alianza político-financiera como bandera, están condenados a tomar las mismas medidas, basadas en el populismo y la demagogia en función de las expectativas de voto de los diversos colectivos.
El único que intento sacar los pies del tiesto fue Zapatero, al que se le obligó a tomar las medidas que supusieron el mayor recorte de derechos sociales desde la Instauración.

Las comunidades autónomas, colosal fraude institucional, multiplican cargos, gastos y corruptelas hasta hacer imposible la menor probabilidad que España vuelva a crecer lo suficiente para crear empleo.

En este Reino Irreal, es posible que los prebostes oligarcas se retiren sin ninguna responsabilidad del desastre causado, con emolumentos vitalicios, chalets, áticos y fincas millonarias, mientras aumentan la edad de jubilación y disminuyen el sueldo y prestaciones de la sociedad que los sustenta con su voto.

Esta sociedad mediocre y narcotizada por interés de unos partidos, que de esa manera la mantiene sumisa, no se da cuenta que la única salida es echarlos del Estado que lo han tomado como vulgares “okupas”, detentando la soberanía y tomando el dinero necesario para su funcionamiento mediante apropiación de Cajas, hoy en quiebra técnica y reflotadas con el dinero de todos, para garantizarse un retiro suculento, muy diferente al de los ciudadanos que no pertenecen a su clase política.
En nuestras manos está coger directamente la lata y tirarla al contendor o seguir acercándonos cada cuatro años a su hediondo entorno para, como mucho, cambiarla de sitio.
Si procedemos como higiénicamente corresponde a una sociedad sana, podremos llegar a elegir directamente a nuestros representantes, cuyas propuestas saldrían directamente de nuestras necesidades, objetivos e inquietudes y que estarían obligados a defender, so pena de ser destituidos.
La libertad política crearía una sociedad política, reflejo especular de la sociedad civil con sus mismas normas, principios morales y propuestas políticas.
Se acerca un período convulso, con recortes, movilizaciones y represiones. Es nuestra oportunidad; no la desperdiciemos.

sábado, noviembre 12, 2011

LA QUIMERA DE UN PARTIDO REFORMISTA

Poder elegir nuestros representantes en el Parlamento y Jefe del Ejecutivo, por voto mayoritario, y deponerlos en caso de gestión nefasta. Ese es nuestro objetivo: la libertad política.
Para conseguir este propósito hay que cambiar, sobre todo, la ley electoral; esto se podría hacer, en teoría, mediante una reforma promovida por los partidos financiados por el Estado (conocida como reforma “desde dentro”) o por una revolución ciudadana proveniente de la sociedad civil (“desde fuera”).
Últimamente son muchas las iniciativas que propugnan dicho cambio electoral en forma de opinión de algún dirigente de partido y movimientos, asambleas, unión de plataformas, etc. En la mayoría de ellas es opinión predominante la ilusión de formar un partido nuevo que lograra la mayoría de los votos para, una vez en el poder, realizar las reformas necesarias.
Sin tener en cuenta la necesidad de contar con 210 escaños de los 350 parlamentarios para realizar cambios de ese tipo (cantidad de escaños nunca conseguido por ningún partido desde la instauración del régimen), un partido nuevo necesitaría, con las normas promulgadas recientemente, las firmas del 0,1% del censo de la provincia que se presenta (norma introducida para eliminar del mapa a los partidos minoritarios) y además no obtendría una financiación substanciosa, ni propaganda institucional, hasta que no lograse sacar al menos un escaño parlamentario. Con estas condiciones, siempre partiría con una desventaja descomunal e infranqueable respecto a los partidos ya asentados y tradicionalmente votados en el régimen.

Por si fuera poco, el bipartidismo PP y PSOE ha ido en aumento (véase gráfico) y, por tanto, el número de escaños que se reparten entre los dos, dibujando una perfecta recta de regresión a lo largo de las sucesivas elecciones, que muestra de manera visual la quimera de dicha reforma.

Da igual que el partido nuevo propusiese un cambio de constitución, un periodo de libertad constituyente, dejar vacíos los escaños que obtuviese (voto en blanco) o sabotease las votaciones mediante voto nulo. Sin entrar en el mensaje material en cada una de las opciones antedichas, los obstáculos formales que encontraría serían exactamente los mismos.
Hay que desgajar a los partidos del Estado, quitándoles las subvenciones, para poder elegir y deponer a nuestros representantes de distrito que, dentro del parlamento, serían los representantes de la nación, continente de la sociedad civil. De esta forma, la sociedad política y por tanto sus propuestas, saldrían directamente de la sociedad civil no como ocurre ahora que solo existe una clase política parasitaria del Estado y desligada totalmente de la sociedad.
Para evitar que el Estado sea omnipotente como lo es ahora, tenemos que elegir y poder deponer, en su caso, al presidente del Ejecutivo que lo pilote y debemos poner unas normas para que nuestros representantes puedan controlarlo, separando de manera eficiente a la sociedad política del Estado.
Una vez descrita la imposibilidad empírica del triunfo de un partido reformista, las únicas formas objetivas de conseguir las reformas que conduzcan a la libertad política son:

 La reforma acordada entre los dos grandes partidos; no resulta muy razonable pensar que estén dispuestos a perder su monopolio de libertad.

 La transformación objetiva promovida por una organización ciudadana mayoritaria y hegemónica en principios, que representase a la sociedad civil y frente a la clase política actual, acordase un período de libertad constituyente.

El Estado tiene hoy en día la soberanía junto a nuestra libertad política, secuestrada en los órganos directivos de los partidos. Ellos son los que eligen quien y quien no tiene que ir en las listas que los que voten refrendarán el día 20, cerrando el círculo vicioso de la partitocracia.
Por eso es tan importante romper dicho círculo de la única forma posible: la abstención electoral.
Una sociedad sana e inteligente no pude participar en este juego sucio y tramposo de elecciones legislativas disfrazadas de presidenciales basada en la mentira y la demagogia y que nos lleva al desastre económico y moral.
Una vez desacreditado el régimen y deslegitimado su poder, podría plantearse la apertura de un período constituyente que desembocaría en la redacción de una nueva constitución con Instituciones inteligentes que garanticen la división de poderes en origen, el mutuo control entre ellos y la garantía de derechos de las minorías.
Solo así podremos acabar con la corrupción, motor social de este régimen, producto de la colusión del poder financiero y las grandes empresas oligopólicas con la casta política de partidos, que nos ha llevado a la quiebra económica, a la mediocridad intelectual y al record de paro, con más de cinco millones de parados.
Así se podrá elegir a una sociedad política que emana directamente de los ciudadanos y que está elegida y controlada por ellos.